La recuperación del Ball dels Salvatges no sólo ha reintroducido una tradición ancestral en las fiestas de Benabarre, sino que se ha convertido cada dos años en un punto de interés turístico y de atracción, considerado como Fiesta de Interés Turístico Regional. Los propios hijos e hijas de Benabarre son los encargados de representar esta obra.
La bajada de los salvajes, con sus vistosos y naturales ropajes, al pueblo irrumpe en medio de los preparativos de la celebración del matrimonio de Amanita y Bonifaci en el castillo de los Condes de Ribagorza. Anteriormente, las engalanadas damas acuden al festejo, mientras que los caballeros y los cazadores buscan su amor en dances y bailes que cortan la abrupta llegada de los 'Salvatges', izando su bandera en el Ayuntamiento, tomando prisioneros a las autoridades e invitados. El guion de la actuación, con tintes de humor y crítica, siempre hace referencia a temas de actualidad.
Finalmente se restaura la calma y los salvajes vuelven al monte hasta dentro de dos años, participando en un baile final que pone el broche a la representación.