Castillo Condes de Ribagorza

La silueta de Benabarre está coronada por el Castillo Condes de Ribagorza. Testigo silencioso de los avatares del municipio, deseo de conquista por distintos bandos, residencia de hombres y mujeres ilustres, su emplazamiento defensivo ha sufrido la transformación de las necesidades de sus ocupantes. Declarado Bien de Interés Cultural en 2011, es uno de los reclamos turísticos principales de Benabarre y escenario de un rico programa de eventos.

Para visitarlo es preferible consultar el horario de apertura y las visitas guiadas en la Oficina de Turismo. 

Su planta se levantó en el siglo X bajo dominio musulmán, entonces denominado Ibn Awar, conquistado por el rey aragonés Ramiro I a finales del 1062. De esa época data la defensa perimetral del cerro en que se asienta, con cubos de muralla de sección rectangular.

Recibe su nombre de su periodo de mayor esplendor: el Condado de La Ribagorza. Fue sede condal y, dado su valor, se enfrentó a grandes transformaciones, de la que resalta la construcción de un templo gótico que sustituyó al anterior, románico. 

El segundo periodo del Condado de Ribagorza hizo que el emplazamiento resurgiera en 1322, cuando el rey aragonés Jaime II otorgó el título de Conde de Ribagorza a su hijo Pedro de Aragón, siendo Benabarre la capital de este dominio hasta 1596 cuando Felipe II lo incorporó a la corona.

Su dominio fue codiciado en distintos conflictos bélicos, lo que supuso su acondicionamiento y modernización, así como la ampliación de sus murallas. La Guerra de Secesión Catalana (1636-1656), la Guerra de Sucesión Española (1707-1714), la Guerra de la Independencia y las Guerras Carlistas convirtieron al castillo en ruinas.

Otra fuerte transformación en el siglo XIX lo adaptó a las necesidades de los nuevos armamentos y elevó la actual iglesia parroquial con un campanario que sirvió de vigía aérea durante la Guerra Civil.

El actual recinto es una superposición, por lo tanto, de tres recintos fortificados, dos iglesias y una cisterna. Desde 1922 es de propiedad municipal, desarrollándose un proceso de rehabilitación y recuperación desde 1991.