Una extensa colección de obras y patrimonio histórico permite un viaje en el tiempo por el pasado de Benabarre a través de relevantes obras de carácter religioso. El retablo gótico de Santa Elena, del siglo XIV, destaca como ejemplo único de pintura en tabla. En este recinto reside la talla románica de la Virgen de Linares, recogida del monasterio del mismo nombre cuyas ruinas aún resisten cerca de San Medardo. Un grupo de lápidas funerarias bajadas de la antiguo templo del castillo o piezas de orfebrería, donde destaca la arqueta en la que reposaron los restos de San Medardo, son otro de los objetos de interés.